Artículo publicado en el Informe Anual 2022
Un grupo de amigos y ex alumnos del Colegio San Ignacio de Loyola, en San Juan – Clase 1993, llevaba más de una década recaudando para fortalecer el Programa Proyecto, de la institución educativa, que ofrece becas para estudiantes de escasos recursos y alto potencial académico, en la mayoría de los casos provenientes del sistema de educación pública.
Este grupo de amigos buscaba que su esfuerzo tuviera trascendencia, por lo que decidieron establecer un fondo permanente en la Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR), para dejar un legado “que nos sobreviva”.
La iniciativa filantrópica se llama Fondo María “Taty” Garay/CSI Clase 1993, dirigido a otorgar una subvención anual al colegio, para que a su vez entregue la Beca María “Taty” Garay.
El fondo lleva el nombre de la trabajadora social que por 43 años acompañó a cada uno de los becarios para que no solo lograran aprovechamiento académico, sino también adaptación e integración. José Reyes Torres, psicólogo clínico, es uno de los que ha liderado la iniciativa.
“La idea surgió como un acto de gratitud”, cuenta Reyes Torres, “porque yo fui beneficiado por el fondo de becas del Colegio San Ignacio de Loyola (Programa Proyecto).
Allí recibí mi educación de escuela superior y me prepararon para la vida universitaria. Taty me acompañó durante toda la carrera. Ella fue mi brújula para navegar un mundo de clase social al que no pertenecía. Gracias a ella, cientos de jóvenes iguales a mí, han alcanzado metas que solo parecían sueños, para los que venimos del barrio y el caserío. Ser becado fue catalítico para mi movilidad social y la de mi núcleo familiar. Fui el primer miembro de mi familia nuclear y extendida en obtener una educación universitaria”, agrega.
Su experiencia en el colegio, además, le ayudó a “entender mejor las inequidades sociales, y cimentaron en mí una convicción por el servicio”.
Inicio de una aventura
El fondo fue establecido el 27 de junio de 2022, periodo que eventualmente marcó el inicio de una campaña de recaudo que tienen como meta alcanzar los $500,000 para mayo de 2025. En tres meses, lograron recaudar $100,000.
“Aventura es una buena palabra para describir esta iniciativa”, detalla Reyes Torres, quien estableció el fondo junto con Rafael Ortiz Colón y Carlos I. De Jesús Estrada.
Al principio, confiesa, el reto se presentó como algo “intimidante, pero hoy me siento honrado por ser parte de este gran proyecto, y continúo trabajando hacia la meta porque reconozco que hoy disfruto del esfuerzo que otros hicieron por mí cuando era un joven”.
María “Taty” Garay, por su parte, comparte que acogió con mucha “humildad y alegría” la iniciativa filantrópica y que disfruta la semilla sembrada en sus estudiantes, al verlos desarrollarse como “hombres al servicio de los demás”.