Hiram Williams / Director REBIA / Programa de Equidad Racial de la FCPR
Visitar Puerto Viejo, una localidad costera ubicada en la provincia de Limón, en Costa Rica, fue una experiencia transformadora. Lo hice para participar en el encuentro Wátima Wéyu Uolaba: Unidad en Hermandad y Solidaridad; Protección de Tierra Ancestral: Territorios, Pueblos Afrodescendientes y Derechos Humanos en Costa Rica.
El evento, organizado por la Organización de Desarrollo Étnico Comunitario (ODECO) y la Asociación Tribal Afrodescendiente Caribe Sur (ATACS), se celebró del 1 al 3 de diciembre. Tenía como fin fortalecer el conocimiento de los derechos territoriales y culturales de las comunidades afrodescendientes; impulsar el intercambio cultural con la familia Garifuna de Honduras; y capacitar a los participantes sobre el uso de herramientas jurídicas y en la defensa de sus derechos humanos.
Al encuentro asistieron grupos de afrodescendientes que lideran la defensa de sus tierras ancestrales en Limón y líderes destacados como Quweku Zulu, del Foro Tribal Afrocostarricense; Gregoria Jiménez, presidenta de ODECO (Pueblo Garífuna); Eric Phillips, vicepresidente de la Comisión de Reparación de la Esclavitud de la Comunidad del Caribe (CARICOM); Roberto Rojas, jefe de la Sección de Grupos en Situación de Vulnerabilidad de la Organización de Estados Américanos (OEA), y Pastor Murillo, miembro del Foro Permanente sobre los Afrodescendientes de las Naciones Unidas.
Como representante del Instituto para la Construcción de Equidad Racial en las Américas (REBIA por sus siglas en inglés), participé en una de las discusiones del evento para abundar sobre el papel de la filantropía en el fortalecimiento de las luchas afrodescendientes, reafirmando así nuestro compromiso con apoyar iniciativas en las Américas que buscan construir justicia racial, equidad y reparación histórica.
Estar en Limón fue especial, no solo por la riqueza cultural de sus comunidades afro, sino también por su profundo vínculo con Marcus Garvey, líder afrojamaicano que luchó contra la discriminación y el racismo a nivel mundial. Garvey estableció una conexión significativa con Limón, ya que fue el lugar donde empezó su militancia política, y el lugar clave para el Movimiento Universal Negro Improvement Association (UNIA) que soñaba con una África libre y unida. Este legado sigue vivo en su casa museo y en la resistencia de las comunidades.
También fue un privilegio conocer al escritor afro-costarricense Quince Duncan, cuya obra da vida a las historias de la diáspora africana en Costa Rica. Sus palabras resonaron con la fuerza del encuentro, mostrando cómo la narrativa puede ser una herramienta poderosa de resistencia y preservación cultural.
Finalmente, la experiencia no estaría completa sin saborear el rondón –guiso de coco, pescado y raíces– y el rice and beans, preparados con el sabor único de la tradición afrocaribeña.
En resumen, este viaje me reafirmó la importancia de las alianzas, el poder de la memoria histórica y el compromiso con la lucha por la justicia racial en nuestras comunidades.