La misión comunitaria y la responsabilidad social ejes, de análisis en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.
Comunicado generado por la PUCPR
(Ponce, Puerto Rico – 23 de octubre de 2018) Luego de la emergencia que vivió Puerto Rico tras el fenómeno María, afloró, con gran fuerza, el espíritu de solidaridad y apoyo comunitario. Pero, al pasar la página y continuar el proceso de recuperación, ¿cómo sostener y fortalecer este esfuerzo solidario en las comunidades?
Según el Dr. Nelson Colón Tarrats, presidente de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, “María generó una gesta única, solidaria y abarcadora. María nos provoca ahora una mirada de acceso equitativo, en las mismas condiciones, a los recursos de vida. Pero, esa idea debe perdurar para siempre, porque parte del reto es no acostumbrarnos a que esos accesos al agua, a la luz, a la salud y a la vida, se interrumpan”. El especialista en educación, antropología, desarrollo comunitario y filantropía presentó la conferencia Esfuerzos comunitarios “espontáneos”, ¿cómo lograr que se articulen y permanezcan? como parte del cuarto ciclo de conferencias que organiza el proyecto de Responsabilidad Social, Transparencia e Integridad (ReSTI) de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR).
Como estrategias para lograr sostener estos esfuerzos de manera espontánea, es vital crear un sentido de pertenencia y propiedad colectivo en los ciudadanos. “Esto es nuestro, los servicios esenciales son nuestros. Ese eje de que las personas se activen, participen y se hagan dueños es una oportunidad, una semilla de esperanza que abrió María. Buscamos ese liderato, apoderamiento, fortalecimiento y organización comunitaria interna, y lograr capitalizarlos. Esto produce una gran ‘pega’ de solidaridad cuando se trabaja en un foco mutuo” resaltó.
Incluso, como ejemplo, Colón Tarrats explicó un proyecto de energía solar que desarrolló, junto a la Fundación, una comunidad en el área Toro Negro de Ciales. “¿Por qué no diseñamos una comunidad solar en Puerto Rico en la que los vecinos sean los dueños? Toro Negro estuvo 11 meses sin luz y se convirtieron en la primera comunidad solar. A través 7 microrredes, 25 familias energizaron a 85 personas. La comunidad es dueña y administradora del sistema de energía renovable. Todos se pusieron de acuerdo, tenían el liderazgo y la organización. Ahora ellos cuentan con su propio sistema de energía eléctrica”.
Asimismo, el presidente de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico hizo énfasis en identificar las necesidades y las capacidades en las comunidades para lograr un junte de cambio. “Parte del trabajo de las universidades es hacer acercamientos para buscar espacios de oportunidades. Convertir el tradicional estudio de necesidades en un avalúo de oportunidades. ¿Dónde están las necesidades, dónde están las capacidades para trabajar en las diversas áreas y dónde está el junte para lograrlo?”, cuestionó.
Por su parte, Efraín O’Neill Carrasquillo, profesor de ingeniería eléctrica de la UPR de Mayagüez, se unió a este análisis. “El tema de la comunidad de supervivencia es fundamental, particularmente en este proceso de recuperación. Esto es una lección que no nos podemos olvidar y tenemos que fortalecer el papel de las comunidades”. De hecho, habló sobre la importancia de capacitar a las comunidades para que asuman rol protagónico en atender las necesidades básicas. “En estas destrezas las universidades tenemos mucho que hacer. En el recinto de Mayagüez de la U.P.R. por ejemplo, trabajamos el concepto de oasis de luz. A través de donaciones, instalamos 5 sistemas solares pequeños en diversos puntos de Puerto Rico. Fue una iniciativa muy valiosa que esperamos sirva de modelo para otras comunidades”, dijo O’Neill Carrasquillo.
La vocación ciudadana, la misión comunitaria, la visión ecológica, los metacánones sociales de la ética profesional y la responsabilidad social universitaria son los cinco enfoques de discusión que componen el ciclo de conferencias sobre responsabilidad social. El cuarto se extiende a enero de 2019. Para información puede comunicarse al 787-841-2000 ext. 1620/1623 o a [email protected]
70mo Aniversario de grandes transformaciones
La Pontificia Universidad Católica se fundó en 1948 por iniciativa de los señores obispos de Puerto Rico: S.E.R. Mons. James E. McManus, C.S.S.R., obispo de la Diócesis de Ponce y S.E.R. James Davis, obispo de la Diócesis de San Juan. En la primavera de ese año los obispos anunciaron al pueblo de Puerto Rico la fundación de la Universidad Católica aunque inicialmente se le dio el nombre de Santa María. Este año la PUCPR celebra su septuagésimo aniversario.
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La Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico tiene recintos en Ponce, Mayagüez y Arecibo. Sirve a estudiantes jóvenes y adultos de distintos credos, razas, nacionalidades y niveles económicos. Contribuye a la formación de los recursos humanos del País, a tenor con las necesidades de la sociedad y del desarrollo de la educación.